SALMO DE LEY
a modo de acróstico a imitación del acróstico hebreo del Salmo 119
COMPUESTO A CUATRO MANOS
(Alejandra, Joan, Charo y Anma)
A quién acudiré, Padre, si no es a ti,
mi alto refugio en quien mi corazón confía.
Bondad, amor, paciencia y misericordia es lo que
recibo de ti,
en cada tropiezo Tú me has levantado.
Has sacado mi pie del lodo de la desesperación
y me has vestido de alegría.
Camino difícil es seguir a la perfección tus
mandatos,
pero aún así Tú eres lento para la ira y grande en
misericordia.
Día a día mi corazón te anhela,
mis oídos quieren escuchar tu voz;
mi alma sentir tu presencia.
Palpo tus milagros y veo tus promesas cumplidas.
Y en soledad mis ojos se llenan de lágrimas al
reconocer tu magnificencia.
Enséñame tu camino, guía mi destino, endereza mis
pasos.
Te alabo, oh Padre.
Feliz me encuentro, Señor, de poder contar con tu ley
y tus mandamientos,
que hacen gozar de paz mi corazón.
Gracias, Padre, por guiarme en la senda de la bondad
y misericordia que Tú me das con el cumplimiento de tu voluntad.
Hijos somos de ti, oh Señor,
que con tu mano extendida nos guías y proteges como
buen Padre que eres
y con tu enorme corazón nos sabes perdonar.
Infinidad de veces nos viene a la memoria tu palabra
para no apartarnos del camino de la verdad y no coger el camino de la mentira,
que nos vaciaría el corazón de buenas intenciones.
Jesús nos mostró, con sus obras y su testimonio, tu
voluntad, Señor,
para que no olvidáramos cuáles eran tus
mandamientos,
y los guardáramos con humildad,
para ser merecedores de tu amor y bendición.
Kerigma tu salvación, oh, Jehová, y tu ley es mi
delicia.
Los enemigos me han aguardado para destruirme;
Me regocijaré en tus estatutos.
No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad.
Oh, Jehová, tus juicios son justos.
Porque
espero en tu ley, a veces veo que el engañador triunfa.
Quisiera
no sentirme afectado por ello, pero me es tan difícil...
Reactiva
mis ojos para ver más allá de lo visible.
Susúrrame
que tu ley es el único camino confiable.
Tiéndeme
la mano cuando crea caer en un foso interminable.
Une mi corazón con tu voluntad,
Vivifica mi alma con tu luz admirable;
Yazca mi yo egoísta cargado de apegos,
Zozobre mi orgullo en el lago del ego,
y en tu ley encuentre el consuelo.
Amén.
......
SALMO DE LEY a modo de acróstico
COMPUESTO POR STEFAN
Tu Ley, oh Dios
Amor condescendiente en un mundo
rígido;
Base segura en un mundo inestable;
Camino único para mi carácter en un
mundo de muchos caminos confusos;
Discurso maestro de valores en un
mundo de discursos sin valores;
Estímulo para mi inteligencia en un
mundo malamente sobrestimulado;
Fuente de identidad en un mundo que
quiere uniformizar y controlar;
Grandeza del amor de Dios en un
mundo sin amor;
Higiene para mis emociones en un
mundo de emociones trastornadas;
Instrumento eficiente de educación
en un mundo sin educación;
Juez de conciencias en un mundo sin
verdaderos jueces;
Kit de supervivencia en un mundo de
riesgos y peligros;
Luz nutritiva en un mundo de
sombras y noches;
Maestro indiscutible en un mundo
anárquico;
Nutrición para mi personalidad en
un mundo que cultiva personalidades subnutridas;
Oportunidad para mi desarrollo
moral en un mundo inmoral;
Paz, perfección y piedad
encarnadas;
Quietud en un mundo angustiosamente
inquieto;
Reflejo de Tu carácter en un mundo
de reflejos de sombras;
Sabiduría adaptada a nuestro
contexto en un mundo inflexible;
Tranquilidad en momentos de
angustia;
Unión en un mundo que se
desestructura y separa;
Verdad pura en un mundo lleno de
mentiras;
Zafiro precioso en un mundo sin
valores.
..............
Salmo 5
COMPUESTO POR STEFAN
¡Cuán
grande y condescendiente es Tu ley, Oh Dios!
Es
la esencia de Tu carácter, la máxima expresión de Tu personalidad, fuente de
vida de todo lo que existe.
Tu
ley es el AMOR en sus múltiples facetas.
Fuiste
condescendiente cuando nos explicaste que amar a Dios con todo lo que somos,
hacemos y tenemos, y al prójimo como a nosotros mismos, es el propósito de Tu
ley.
Fuiste
condescendiente cuando nos revelaste los diez mandamientos en un contexto
cuando nos era difícil entender y practicar el amor a Ti y al prójimo.
Fuiste
condescendiente cuando adaptaste los diez mandamientos al contexto histórico,
social y cultural del pueblo elegido, para que pudiesen vivir y practicar los
diez mandamientos en aquel contexto.
Fuiste
condescendiente cuando viste nuestra imposibilidad de vivir en armonía con la
esencia de Tu Ley y te encarnaste y viniste en medio de la humanidad, siendo Tú
la ley encarnada en Jesús de Nazaret.
Eres
condescendiente cuando te adaptas al contexto particular de cada uno de
nosotros y nos guías a la esencia de Tu Ley: la práctica del amor.
Serás
condescendiente cuando vengas por segunda vez a recuperar a los que se
empeñaron en seguir la Ley de Amor en sus múltiples facetas.
Fuiste,
eres y serás condescendiente porque eres Amor.
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PRÓXIMO TEMA
DE SALMOS,
para el
viernes 25 de noviembre,
(a partir de
los Salmos 37 y 90)
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