Alabado seas Tú,
Pureza moral y bondad absoluta,
Porque, al alejarnos tanto de ti,
Decidiste ser Emanuel,
“A pesar de” nosotros y no “debido a”.
Y esta es tu gracia,
El escándalo de la gracia.
Alabado seas Tú,
infinito en “ser” e infinito en “hacer”.
Porque al alejarnos tanto de ti,
decidiste ser Emanuel,
Allí donde nos encontramos,
Muy cerca …
Mucho más cerca de lo que habíamos podido imaginar.
No sólo “con nosotros”,
Sino “en nosotros”.
Y esta es tu gracia,
El escándalo de la gracia.
Alabado seas Tú,
El amor encarnado,
La verdad y la justicia plena y absoluta.
Porque al alejarnos tanto de ti,
decidiste ser Emanuel,
Rodeado por nuestro odio corrosivo,
por nuestras mentiras tóxicas,
por nuestras injusticias…
Y lo fuiste hasta que nuestro odio se transformó en amor,
nuestras mentiras en verdad,
y nuestras injusticias en tu justicia.
Y esta es tu gracia,
El escándalo de la gracia.
*****
Salmo 11, salmo
de fin de año
Como Jacob,
mentimos todo el año que éramos lo que no éramos,
huyendo de nosotros
y deseando ser otros,
idealizando lo desconocido,
siendo confusos por no saber quienes somos,
abusando del verbo “tener”,
creyendo que así llegaríamos “a ser”.
Como Jacob,
huimos todo el año,
perseguidos por una conciencia inquieta,
intentando silenciar los ecos de tu voz,
abusando del verbo “hacer”,
creyendo que así llegaríamos “a ser”.
Como Jacob,
nos aferramos a ti,
deseando la bendición,
conscientes del vacío interior,
y del pasado que nos persigue.
Tu gracia se nos revela en la pregunta “¿Quién eres?”,
Para descubrir que llegaremos “a ser” de verdad,
sólo cuando buscamos entender:
¿Quién eres Tu? ¿Cuál es Tu nombre?
Porque sólo en ti podemos ser nosotros.
Como Israel,
ya no como Jacob.
*****
Salmo 12
Me conmueve Tu grandeza, YHVH,
Me fascina que, siendo lo que eres,
Te manifiestas en gestos pequeños,
En actos “insignificantes” desde una perspectiva
superficial.
Porque si nos proponemos a entender “la pequeñez” de
estos gestos,
Descubriremos Tu grandeza.
Porque Tú eres:
sobre todos,
por todos y
en todos.
Veo Tu grandeza en:
la brisa que acaricia mi cara,
en la sonrisa inocente de un niño,
en el abrazo que el niño/la niña me da;
en el canto de los pájaros,
en la belleza de las hojas de cada árbol,
en la sed de vida de todo lo que existe,
en el diseño de una telaraña,
en el nido de un pájaro,
en una fuente de agua.
Veo Tu huella en todo lo que existe.
Me conmueve Tu grandeza YHVH.
*****
Salmo 13
Alabado seas Tú, YHVH,
¡Cuán limitados somos nosotros en entender tu naturaleza!
¡Cuán accesible eres Tú cuando te buscamos en humildad!
Alabado seas Tú, Abir [el fuerte], por ser sensible con
nosotros;
Alabado seas Tú, Adonai [mi amo], por hacernos libres;
Alabado seas Tú, Avinu Melkeinu [nuestro rey], por
hacernos iguales a Ti;
Alabado seas Tú, Boreh [el creador], por hacerte igual a
nosotros;
Alabado seas Tú, Ehye-Asher-Ehye [seré porque seré; haré
porque haré], porque sólo en Ti podemos ser de verdad;
Alabado seas Tú, El [Dios], por nuestra paternidad;
Alabado seas Tú, El Betel [Dios de la casa], por ser
nuestro hogar;
Alabado seas Tú, El Olam [Dios eterno], porque eres el
único que puede convertir nuestro tiempo en eternidad;
Alabado seas Tú, El Roi [Dios que me ve/cuida de mi],
porque nos haces ver más allá de nuestros prejuicios;
Alabado seas Tú, El Sof [Infinito], por querernos en
nuestra finitud;
Alabado seas Tú, Shadai [Todopoderoso], por amar nuestra
libertad;
Alabado seas Tú, El Shalom [Dios de paz], porque nos das
Tu paz en nuestras angustias;
Alabado seas Tú, El Shofet Haarets [Dios que juzga a toda
la tierra], porque nos justificas en Jesús;
Alabado seas Tú, Elyon [el Altísimo], por sernos
accesible y cercano;
Alabado seas Tú, Emeth [la verdad], por ser la única
verdad absoluta, en un mundo de mentiras;
Alabado seas Tú, Elohim [el plural de Dios], por
mostrarnos el amor en su plenitud;
Alabado seas Tú, Ha Kadosh Baruh Hu [el santo y bendito],
por santificarnos y bendecirnos;
Alabado seas Tú, Ha Maqom [el omnipresente], porque te
escondes en todas las formas de amar, de gracia, de justicia y de verdad;
Alabado seas Tú, Meleh Ha Melahim [Rey de reyes], por ser
siervo sufriente, siervo por amor a la verdad,
Alabado seas Tú, YHVH, por querer compartir la eternidad
con nosotros, fuente de vida de todo lo que existe.
¡Cuán limitados somos nosotros en entender tu naturaleza!
¡Cuán accesible eres Tú cuando te buscamos en humildad!
*****
Salmo 14
Cuando pienso en Jesús,
y en todo lo que Él hizo por revelarnos al Padre,
y salvarnos de nuestra imposibilidad…
Empiezo a escuchar el eco de aquellos ángeles
que se revelaron a los pastores que cuidaban de sus
rebaños.
Y el eco de su alabanza,
Despierta la gratitud en mi ser.
¡Gloria al que es el Creador en las alturas,
Y paz y buena voluntad entre todas las criaturas!
¡Gloria al que es el Salvador en lo alto,
Y paz y buena voluntad entre los que han aceptado su
pacto!
¡Gloria al que es el Juez por la eternidad,
Y paz y buena voluntad entre los que aman profundamente
la verdad!
¡Gloria al que es la Luz en la oscuridad,
Y paz y buena voluntad entre todas los que buscáis su
amistad!
¡Gloria al que es el Yo Soy - YHVHJ eternamente,
Y paz y buena voluntad entre los que le buscáis con el
alma, el corazón y la mente!
¡Gloria al que es el Buen Pastor para la humanidad,
Y paz y buena voluntad entre los que aceptáis y amáis
vivir en humildad!
¡Gloria al que es el Redentor,
Y paz y buena voluntad entre los que se nutren de su
amor!
¡Gloria al que es la Roca en un mundo tan fluido,
Y paz y buena voluntad para todo aquel que se ha dejado
por su gracia seducido!
¡Gloria al que es el Rey de reyes en el universo,
Y paz y buena voluntad entre todas los que viven en
unidad en un mundo tan disperso!
*****
DIOS MÍO
Podría dedicar toda la vida a descubrir las leyes físicas
que rigen el universo,
y con todo no encontrarte.
Podría aprender todos los lenguajes de la tierra y tratar
de encontrar el tronco común,
y a pesar de ello no escucharte.
Podría profundizar en las Humanidades, descifrar la
belleza de cada cuadro, obra, texto,
y sin embargo no interpretarte.
Podría llevar una vida de sacrificio y abnegado
altruismo,
y no obstante a tu presencia no acercarme.
Podría conocer las profundidades del cerebro humano, sus
conexiones; discernir el origen de las emociones,
y con todo ante Ti no expresarme.
No es en mí, ni en mi esfuerzo, empeño o mérito que puedo
alcanzarte.
Y sin embargo, no te hayas lejos de nosotros. Si tan solo
pudiera tocarte...
Estás tan cerca que podría palparte, y tan lejos que a
veces no me acuerdo de buscarte.
Pero hay pequeños momentos, destellos, reflejos...
En el viento que mece los árboles, en el aroma de la
hierba fresca,
en el tintineo del agua que cae,
en la risa del niño que sana,
que me susurran tu nombre,
y me hacen pensarte.
Y se escapa de mis labios mudos una alabanza.
Enséñame a decir tu nombre, cantarlo, contarlo.
Rompe mis cadenas de olvido,
este muro de piedra desagradecido.
Que tu Espíritu me lleve a exclamarte:
"Tuyo soy, Dios mío".
*****
HUBO UNOS
OJOS
Hubo unos ojos que pisaron la tierra maravillándose de
todo lo creado.
Unos ojos que ya habían visto el
Comienzo del mundo, porque participó en ello. Pero aún
así, con una vista humana como la de ahora, no dejaban de estremecerse con cada
amanecer y de levantar las manos al cielo como signo de gratitud.
Hubo unos ojos que supieron mirar más allá de la
decrepitud y la muerte, y encontraron la belleza en cada pétalo de la flor, en
cada canto del pájaro, en cada espiga y grano de trigo.
Hubo unos ojos que vieron humanidad donde otros solo
vieron llagas, arrugas, podredumbre.
Unos ojos que escuchaban el latir de la tierra, la
respiración del viento y distinguía la voz de los ángeles entre el griterío de
voces huecas.
Hubo unos ojos que no aceptaron la violencia, la crueldad
y la muerte como un ciclo de vida, porque sabía que la vida que Èl había
creado, pensado para nosotros, no era esa. La Vida en mayúsculas no exige la
muerte del débil en la cadena alimenticia, la ley del más fuerte. La Vida en
mayúsculas que Él creo contenía al león y la oveja paciendo juntos, a los
humanos en igualdad de derechos, en fraternidad. La Vida que Él creo
significaba la Felicidad en mayúsculas sin sombra de muerte, sin vejez o
enfermedad. Pero lo que encontró fue la antítesis de su creación. Vidas sin
sentido condenadas por el tiempo implacable, el llanto y el pecado.
Aquellos ojos pudieron haber elegido no mirar lo que no
había construido, abandonarnos a nuestro destino. Pero eligieron clavarse en
nosotros hasta sangrar.
Ojos solidarios que decidieron transitar por este valle
de sombras. Y que consiguieron cruzarlo sin perder de vista la mirada del cielo,
el recuerdo de la verdadera vida que nos fue destinada.
Ojos de esperanza que se convirtieron en luz en medio de
la noche y que iluminan nuestro túnel cuando parece no tener fin.
Ojos que nos susurran cuando cerramos los nuestros que
pronto podremos abrirlos y mirar, mirar la Verdad en medio de las lágrimas.
Ojos que nos sonreirán aquel día y nos dirán: “Te lo dije, creíste en Mí”.
Y nos darán la bienvenida.
*****
Reflexión
sobre el Salmo 136
Este salmo proclama la bondad del Dios eterno, que hizo
sobre todo los cielos y las maravillas que en ellos hay con entendimiento,
actuando sobre su pueblo con castigo y recompensa, siendo el castigo el fruto
de las malas obras y la recompensa el premio de Su voluntad al buen proceder. A
Dios debemos alabar por su rescate, alimento y provisión terrenal.
A través de la historia Dios hizo grandes hazañas, como
la creación y grandes salvamentos que sirvieron y sirven como recuerdo y
memorial para permanecer constante en la mente de los antiguos lectores y
también en la nuestra.
Si nosotros hacemos un llamado a nuestra conciencia de
las veces que Dios actuó con hechos salvíficos en nuestra vida, no podremos
menos que alabar su bondad y proclamar su misericordia y gloriarnos en Él.
Dios es bueno porque quiere lo mejor para nosotros,
aunque muchas veces no lo interpretamos así, y pasado el tiempo decimos que
verdaderamente Dios no se había equivocado cuando nos dio algo que nosotros no
aceptamos como acto bondadoso o dijo “no” a nuestro pedido de oración.
La soberanía de Dios se manifiesta en dimensiones sin
límite. Algunas veces se refiere al pasado remoto, y otras al futuro distante,
por eso repite que su misericordia es para siempre, como expresando desde
siempre y para siempre.
Debemos entender que Dios hace cosas definidas. Las hizo
en la creación y perduran hasta hoy sin alteración, las hizo en el pasado en el
éxodo y el mismo Dios actúa en nuestra historia hoy.
Reflexión
sobre el Salmo 148
Este salmo es una canción de gozo de la creación a su
Creador. Se le exhorta a toda la creación a alabar a Dios. Todos
los cielos y la tierra debe alabar el nombre de Dios. En los cielos, la
exhortación comienza con los ángeles, de ahí va al sol y la luna, las
estrellas, el firmamento hasta que llega a las nubes. Luego se procede a
la tierra y allí comienza con las profundidades del mar para entonces moverse a
la atmosfera y sus manifestaciones, los rayos, el granizo, la nieve, el vapor y
el viento. De ahí regresa a la tierra sólida, montañas, colinas, árboles,
bestias, y toda clase de animales. Finalmente llega a los hombres y
mujeres de la tierra y los exhorta a que se unan a ese coro jubiloso de la
creación.
Dios debe ser alabado y glorificado. No importa las
circunstancias de la vida, los problemas que tengamos, Dios es digno de toda
gloria, honra y alabanza. Nuestra alabanza tiene que estar saturada de
gozo, nuestras oraciones tiene que salir de nuestras entrañas reconociendo que
no importa las circunstancias, él es Dios, digno de toda gloria y honra.
Tenemos que aprender a contemplar el mundo, las cosas que
nos rodean y ver de alguna forma a Dios. Él se encuentra en todas partes
y todo lugar, por lo tanto todo lo creado debe de alabar a Dios. Tal vez,
somos de los pocos de la creación que tenemos la libertad de decidir si lo
vamos hacer o no por un corto tiempo. Creo que es sabio alabar al Dios que
nos creó, nos redimió y nos salvó. No hay nada ni nadie más que sea como
Dios.
PRÓXIMO TEMA DE SALMOS,
para el sábado 25 de febrero
de 2017, a las 17 h.,
en C/ Comte Urgell 133,
tercera Planta (menjador de lescola)
Oraciones de Acción de gracias,
(a partir de los Salmos 18;
30; 34; 81; 85; 116; 119)
Este
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